La vida me fascina.
Las texturas y los patrones me emocionan.
Esculpir me hace feliz, dice Kilgast.
Las actividades humanas destructivas me llevan a la desesperacion.
Las emociones me vuelven loca.
Hacer arte equilibra todo.
Con mi eleccion de colores atrevidos y vibrantes, ofrezco un colorido mundo postapocaliptico, dice Kilgast.