Recientemente, esto dio frutos cuando pudo fotografiar un relampago centrado perfectamente debajo de un arcoiris doble.
Y como si eso no fuera suficiente, toda la escena sucedio al atardecer.
El resultado es una imagen de ensueno donde los arcoiris parecen campanas de cristal que encierran el rayo.
La lluvia se detuvo justo a tiempo cuando este increible arcoiris comenzo a formarse justo frente a mi.
He captado arcoiris antes en la carretera, pero nunca uno tan brillante y vibrante.
El color era algo para ver con tus propios ojos y que te dejaba sin aliento.
Ser fotografo, saber que estas capturando algo tan especial es un sentimiento bastante indescriptible.
Aunque Rinehart ya estaba mas que satisfecho con lo que habia visto, despues sucedio algo muy especial.
Para el fotografo, la imagen es un excelente ejemplo de como el conocimiento del entorno da sus frutos.
Es hermoso sentir pasion por algo lo suficiente como para compartir un regalo con el mundo, admite Rinehart.
Estos son los momentos en los que no puedo evitar sentirme vivo.