Colocado al costado del pequeno hogar, la hoja proveia de sombra a la criatura acurrucada en el nido.
Soares es una entusiasta de la fotografia que ha observado los nidos de los colibries desde 2018.
Sin embargo, fue hasta septiembre 2019 que se encontro con este singular nido y le tomo algunas fotografias.
Asi, la ecologista siguio observandolo por semanas y meses despues del primer avistamiento.
El colibri tuvo dos crias, y Soares pudo capturar a la pequena familia bajo un mismo techoliteralmente.
Este flexible nido se expandio para albergar a los pequenos y la hoja pudo cubrirlos a todos.